El proceso de aparcar es pesado, aburrido, y nos hace perder mucho tiempo cada día, haciendo que muchas veces terminemos de mal humor. Te analizamos paso a paso las fases del proceso para llegar al por qué.
Aparcar supone una constante frustración y estrés para los conductores. En general, moverse en coche puede parecer una buena forma de ahorrar tiempo en comparación con tomar el autobús o el tren, pero cuando incluimos el encontrar sitio para aparcar en la ecuación, todo el proceso de repente se vuelve más aparatoso. Para analizar más detenidamente por qué es tan difícil hemos creado un breve relato que ilustra los obstáculos a los que te enfrentas durante el sencillo proceso de aparcar. Esta es una historia que, desafortunadamente, puede contar cada conductor.
Mientras lees esta historia te proponemos una tarea: en cada punto del relato detente un momento a pensar cómo lo harías más fácil para un conductor.
1. Buscar aparcamiento
Vas conduciendo felizmente hacia el centro de la ciudad, suena música en la radio, está amaneciendo. Estás cerca de tu destino, y empiezas a buscar sitio para dejar el coche. Miras en las zonas señalizadas hasta que llegas al cartel de “No aparcar”. De acuerdo, vamos a la izquierda. De nuevo “No aparcar”. Vuelta a la manzana y “Carga y descarga”. Oh no. Tras varias calles más, algo de sangre, sudor y lágrimas y gran cantidad de frustración después, un espejismo toma forma a lo lejos: un pequeño hueco señalizado como “Aparcamiento, máximo 2 horas”. Genial, me sirve.
¿Y si supieses cuál es el aparcamiento libre más cercano?
2. Encontrar un sitio para aparcar
Volviendo al aparcar en sí, la caza por un sitio libre empieza. Hay un par de cazadores más en los alrededores y sabes que el primero en llegar será quien bese el santo. Ves un hueco no muy lejos, y empieza la carrera hacia él, ¡eres el primero! No, espera… cuando estás lo suficientemente cerca te das cuenta de que ya no está libre, hay un ridículo mini coche ocupándolo. Una plaza libre cercana está siendo ocupada en ese mismo momento por otro cazador de sitio para aparcar. Finalmente, después de tres vueltas a la manzana, te animas a aprovechar el mínimo espacio que encuentres.
¿Y si fueses capaz de ver dónde hay sitios libres para aparcar en tiempo real?
3. Buscando cambio para el parkímetro
Ahora empieza el ritual de buscar en rincones y recovecos del coche buscando monedas sueltas para el parquímetro. Guantera… vacía. Bolsillos… nada. ¿Bajo los asientos? Un montón de cosas que no sabías que estaban ahí, pero de dinero nada. ¿Posavasos? ¡Sí! Unas pocas monedas que esperas que sean suficientes para un ratito de aparcamiento.
¿Y si no tuvieses que buscar cambio para pagar por el aparcamiento?
4. Pagando por tiempo
Vas de camino al parquímetro entre un laberinto de coches. Cuando llegas intentas seguir las instrucciones. Paso 1, paso 2 y así sucesivamente. ¿Cuánto cambio tengo que echarle a la máquina? Frustrado, sacas un puñado de monedas, las metes en la máquina y le das al botón verde. Sale el ticket. ¿30 minutos? Ok, tendré que ser rápido entonces.
¿Y si pudieses pagar después por el tiempo exacto que has estado?
5. De vuelta al coche a dejar el ticket
Con cuidado separas la parte que sirve como recordatorio del billete, te estiras dentro del coche y colocas el ticket en el salpicadero antes de salir. La brisa que levanta la puerta cuando la cierras se lleva el ticket a algún lugar bajo el asiento del conductor. De acuerdo. Repites la operación, y esta vez sales con más cuidado. Una vez fuera miras a través del cristal para comprobar que el ticket es visible, siempre que entrecierres un poco los ojos y que el sol no brille directamente sobre la ventanilla.
¿Y si no necesitaras un ticket de aparcamiento?
6. ¡Hecho! Menudo calvario
¿Y si no fuese un calvario?
Si aparcas más fácil la vida es más fácil
Es evidente que la experiencia del usuario queda lejos de ser fácil. Y el proceso no siempre tiene lugar sin incidencias: puedes acabar consiguiendo un ticket de aparcamiento o puedes terminar decidiendo pagar por SMS (y te das cuenta de que es igualmente aparatoso).
En realidad aparcar es una de esas rutinas que pertenecen a nuestra vida cotidiana, y al igual que en una nevera, o en un coche, o en cualquier nueva innovación tecnológica, las formas de intentar hacerlo más fácil al final suponen más estrés diario.
Si eres el responsable de tomar decisiones de una ciudad y estás leyendo esto, es probable que también seas el conductor de esta historia. Así que, para resolver lo aparatoso de aparcar, puedes empezar a descubrir maneras de reducir pasos en el proceso y hacerlo fácil en tu ciudad.
No te pierdas nuestras novedades! Síguenos en Facebook, Twitter y LinkedIn para tener las últimas novedades de la industria del aparcamiento y gestión de ciudades inteligentes!
ParkMan es la solución digital más eficiente para la gestión del estacionamiento y una app que permite a los usuarios encontrar y pagar por su aparcamiento ¡Lee cómo ParkMan puede ayudarte!
Foto principal por “Alden Jewell“ de Flickr/CC
Pingback: ¿Qué es la Tecnología Invisible, y por qué la industria del aparcamiento la necesita? - ParkMan Blog
Pingback: Conocer la competencia directa e indirecta de un aparcamiento - ParkMan Blog
Pingback: 5 Cosas Interesantes Que Puedes Hacer con la App de Parkman (Además de las Obvias) - ParkMan Blog
Pingback: Ignorar la congestión del tráfico pone en peligro tu ciudad - ParkMan Blog